1. Dentro de las personas que invierten en un restaurante, pocos son los que
se preocupan por averiguar objetivamente los gustos y preferencias de sus
clientes potenciales, así como las nuevas tendencias gastronómicas entre ciertos
grupos de población.
Tampoco analizan con cuidado la competencia directa e indirecta que podrían enfrentar tales como restaurantes con menús similares y otros de opciones gastronómic
as diferentes.
2. El contar con alguien que cocina muy bien y capital no es lo único necesario
para montar un restaurante y mucho menos, garantizar su éxito; se necesita
además tener un menú de alta calidad gastronómica, variedad y presentración,
además de una ambientación ideal, un servicio amable y eficaz, precios
razonables, localización muy conveniente, poca o nula competencia, buena
publicidad y, por supuesto, una buena administración.
3. El tiempo promedio de maduración de un restaurante independiente suele ser
de 1 a 2 años. No basta con abrir sus puertas para que un restaurante poco a
poco adquiera prestigio y logre su punto de equilibrio, mucho menos utilidades.
4. Los emprendedores atrevidos olvidan que las ventas de un restaurante
dependen en buena medida del gasto en publicidad y promociones, y éste casi
siempre se escatima.
5. Otros gastos generalmente subestimados o ignorados son los impuestos,
intereses financieros, seguridad social, liquidación ocasional de personal,
demandas laborales inesperadas, alzas en materias primas, rentas y servicios,
renovación de permisos, mantenimiento de equipo, fumigaciones, etc.
6. Recuerde que para ser un restaurantero exitoso no basta con tener una buena
receta, algo de capital propio o prestado y mucho esfuerzo por que el giro es
muy matado.Tiene que conocer más sobre el oficio restaurantero y tener mayor
capacidad administrativa y de liderazgo.
7. Este negocio requiere de mucha perserverancia y sacrificio tanto del
propietario como de su familia para lograr tener éxito, sin embargo y cuando por
fin se empiezan a generar utilidades, el trabajo se intensifica más, y es ahí
donde ya muy pocos emprendedores lo resisten, mientras que los demás optan por
tirar la toalla.
8. Muchos restauranteros arrancan su negocio con familiares, trabajadores,
socios y acreedores a bordo, confiados ciegamente en el chofer, sin analizar
antes a sus clientes y competidores potenciales, sin capacitación mínima en
aspectos administrativos; no hacen pruebas rigurosas de menús, no buscan la
asesoría de especialistas en diseño, gastronomía o mercadotecnia, y no tienen un
plan de acción que les indique qué hacer y cuándo hacerlo para llegar a su meta,
la cual generalmente es muy ambigua o poco realista. Asi que cuando el negocio
fracasa, no solo quedan derrumbados emocionalmente, sino además muy endeudados.
No se niegue a remodelar sus establecimientos, modernizar sus cocinas o capacitar al personal de su restaurante, a pesar de que halla logrado acumular ganancias cuantiosas a través de los años.
En otros casos por querer ahorrarse el pago a una agencia especializada en la materia, los restauranteros crean su propios programas y estrategias publicitarias; sin embargo al ver el poco impacto que tuvo su publicidad, consideran que fue un gasto inútil.
9. Es un error creer que si algo ha funcionado por años, no se debe cambiar. El
menú y la ambientación de un restaurante, tienen que adaptarse a los cambios que
muestre la población, sus clientes potenciales.
No se niegue a remodelar sus establecimientos, modernizar sus cocinas o capacitar al personal de su restaurante, a pesar de que halla logrado acumular ganancias cuantiosas a través de los años.
10. La publicidad: por lo general recurren a ella cuando las ventas andan bajas
o, lo que es lo mismo, cuando la competencia cercana empieza a ganar terreno. No
asumen que el gasto en publicidad y promoción debe ser permanente y, por tanto,
que debe ocupar una parte considerable del presupuesto operativo, hasta 10% o
15% según algunos especialistas, aún en tiempos de fuertes volúmenes de
ventas.
En otros casos por querer ahorrarse el pago a una agencia especializada en la materia, los restauranteros crean su propios programas y estrategias publicitarias; sin embargo al ver el poco impacto que tuvo su publicidad, consideran que fue un gasto inútil.
11. Suponen que sus clientes frecuentes siempre lo seguirán siendo, olvidándose
que es a ellos y sus familiares, asi como amistades, en primer lugar, a quienes
deben dirigirse las promociones especiales. Se olvidan de premiar la fidelidad
de su clientela y no hacen un esfuerzo por reconquistarla día a día.
Fuente. http://www.trabajo.com.mx
Genial los consejos me han encantado, estoy segura que más adelante los pondré en práctica, sobre todo porque tengo un pequeño restaurante que necesito renovar, gracias al blog por tanto soporte.
ResponderEliminarbuenos consejos es necesario para el camino al exito escuchar todos los mayores consejos posibles para tener un restaurante exitoso en girona existen grandes restaurantes que recomiendo siempre darse una vuelta para conocer la historia gastronomica de esta ciudad https://www.restaurantgirona.com
ResponderEliminarPara nadie es un secreto que el mundo está sufriendo cambios climáticos sumamente importantes y en este año los consumidores se preocupan más que nunca por ayudar a esta causa. Por esto la presencia de artículos eco-sostenibles y el uso de recursos como el agua o la luz de forma amigable con el medio ambiente, se reafirma como tendencia.
ResponderEliminarAquí es donde surge una alternativa sana para tu restaurante. Cambiar aspectos como servilletas, vasos, cubiertos e incluso platos, a productos 100% reciclables y ecológicos, convertirán tu negocio en un foco de atención. Como el restaurante Palamós