Una de las cosas más importantes antes de entrar en los negocios es elegir una idea de negocios, algo que por una parte no es nada sencillo. ¿Cómo eliges la idea de negocio que vas a desarrollar, cómo sabes qué es exactamente lo que quieres y es rentable?
Inicialmente, muchas personas desarrollan una idea de negocios en base a algo que les guste. A una persona que le gusta la música, y concretamente tocar la guitarra, puede serle buena idea encontrar trabajo en alguna empresa tocando la guitarra, unirse a un grupo o incluso tocando en la calle a cambio de lo que la generosidad de la gente le ofrezca. También puede crear su propia música e intentar venderla, vender guitarras por internet o muchas cosas. Existen muchas posibilidades y cada persona decide a dónde se quiere enfocar, pero siempre teniendo en cuenta que la idea sea realmente rentable. Utilizar esta opción es muy buena idea porque la persona trabaja en su vocación, en aquello que le gusta, y así no hay frustraciones.
Para empezar, hay que reconocer una necesidad, investigar las tendencias existentes, buscar cómo mejorar lo que hay, reconocer los propios intereses y cualidades e informarse correctamente de todo lo relacionado con el sector en que se podría aparecer.
Existen varias etapas para elegir la idea de negocios, una de ellas puede ser la propia selección de la idea de negocio, la siguiente es analizar las ideas y la última elegir la idea que es la que se convertiría en un plan de negocio. Aunque en realidad pueden haber muchas fases o estrategias para elegir la idea de negocios, incluso muchos se basan en crear una tormenta de ideas en las que conseguir ideas interesantes.
¿Cómo encontrar la idea? La idea puede estar en tu mente, puede estar en una necesidad no satisfecha, puede surgir de algo que necesitas y no encuentras, puede surgir de cualquier sitio y en cualquier momento. Buscarla no es tan fácil, pero ahí está, sólo tienes que encontrarla.
Para encontrar una idea de negocios hay que pensar en las áreas de interés, lo que gusta, lo que se sabe hacer, el sector que interesa. Después de elegir ideas, hay que seguir profundizando en ellas y concretando para crear la que será la idea de negocios final. Pero esto poco a poco, se debe concretar las ideas y quedar con unas pocas en mente. Para ello hay que pensar muchas cosas, como si se puede desarrollar, si es rentable, si es el ideal de vida, los puntos fuertes y débiles, si realmente interesa esto y no otra cosa, si se tienen las capacidades para llevarlo adelante y, más tarde, se debe crear un plan de negocio en que realmente se conozca la rentabilidad de la idea, e incluso un informe dafo.
Tener ideas es fácil, pero tener buenas ideas es más complicadas, tener ideas que realmente puedan ser un negocio. Se puede tener la idea de crear palillos para zurdos ¿pero es esto una idea rentable?
Hay que ser práctico, y pensar en los productos, posibles proveedores, el objetivo de la idea, el mercado, qué se puede hacer, en qué se puede diferenciar de lo que ya hay, los antecedentes con empresas anteriores, la competencia existente, las necesidades de inversión y de financiación, las necesidades de transporte, etc.
Con todo esto, hay que dejar madurar la idea, dejar pasar los días mientras se encuentran nuevas ideas que pueden mejorar a las anteriores, dar con aquello que es exactamente la idea de negocio que se quiere desarrollar.
La idea de negocio que finalmente se desarrolle debe ser novedosa, proporcionar valor añadido con respecto a lo que ya hay, puede dirigirse a un segmento de mercado concreto que no ha sido satisfecho o sí satisfecho en que se puede dar más de lo que ya hay, y debe creerse en ella. Puede parecer una buena idea crear una tienda de informática, pero si no interesa el sector y no se cree en la idea quizá existan otras posibilidades, ya que hay que dar lo máximo de sí en el negocio
Fuente. http://www.gestion.org/
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