¿Quieres ganar 50.000€ al año? No es tan difícil como crees. Lleva algo de tiempo y esfuerzo, pero es perfectamente posible para la mayoría de la gente.
Esto es lo que tienes que hacer:
1. Estudia una carrera con demanda
No puedes ganar mucho dinero con cualquier profesión, y por tanto no puedes ganar mucho dinero estudiando cualquier carrera. Y es más difícil ganar 50.000€ sin tener una carrera universitaria.
Si estás estudiando filología o historia y quieres ganar 50.000€ algún día, deja la carrera ahora mismo y ponte a estudiar algo que el mercado valore y esté dispuesto a pagar. Ganar ese dinero es mucho más difícil estudiando enfermería que medicina. Las ciencias puras se valoran menos que las ingenierías. Así que analiza el mercado, tus posibilidades y capacidades, y decide en función de todo esto.
En los sectores de finanzas, utilities y TIC los sueldos medios son más altos. Probablemente porque tienen mayor proporción de titulados superiores, pero en cualquier caso esto acaba tirando hacia arriba de toda la estructura salarial del sector, así que no está de más que les eches un ojo.
Si ya tienes una carrera que el mercado no valora, haz lo posible por cambiar de profesión. Un master puede ayudar, o como último recurso puedes hacer un curso técnico de especialización que te permita dar un salto a un entorno profesional más valorado.
2. Empieza a trabajar en cuanto acabes la carrera
Esperar para estudiar un master o hacer una especialización es perder el tiempo. Si hace falta, ya lo harás después, cuando estés trabajando en algo concreto y tengas más claro qué formación complementaria puede realmente impulsar tu carrera.
No aceptes una beca, ni una pasantía ni “prácticas sin remunerar”. Todo eso debes haberlo hecho mientras estudiabas. Ahora supone minusvalorarte. Aunque tampoco debes ser excesivamente selectivo con el primer trabajo: es más fácil cambiar a otro empleo mejor si ya tienes uno que si estás en paro.
Ya sé que la tasa de desempleo es altísima entre los jóvenes, pero altísima quiere decir un 30%. Eso significa que un 70% tiene trabajo. Y si has elegido un sector o una profesión que el mercado valora, la tasa de paro es mucho menor. De modo que si quieres trabajar, puedes. A lo mejor debes salir de tu pueblo y marchar a Madrid, País Vasco, Barcelona o esas tierras ignotas en las que se habla inglés. Pero tendrás un trabajo al poco tiempo de acabar la carrera.
3. Empieza tu carrera profesional en el puesto adecuado
En una empresa hay tres tipos de empleados: los que traen dinero (comerciales), los que producen (técnicos) y los que solo generan costes (staff, administrativos, personal, legal…). Tienes que ser del primer tipo o del segundo, porque lo racional para la empresa es reducir el coste del tercer tipo de empleado todo lo que sea posible.
Si has elegido una profesión demandada, en un sector con buenos sueldos y produces algo o generas ingresos, lo normal es que en ese primer puesto estés ganando alrededor de 20.000€.
4. Adopta una apariencia adecuada al puesto que quieres tener
La apariencia importa mucho más de lo que nos gustaría a veces. A la hora de pensar en alguien para una promoción, los directivos de la empresa deben imaginárselo en ese papel. Si eres técnico y no trabajas con el cliente tal vez no importe que uses camisetas andrajosas y vaqueros raídos, pero será difícil que piensen en ti como jefe de proyecto, porque te imaginarán yendo a las reuniones con el cliente con esa pinta.
Fíjate en como viste en general el nivel inmediatamente superior al tuyo, y adopta esa apariencia.
5. Aprende todo lo posible en los primeros años de carrera profesional
Tu objetivo en estos primeros años no debe ser buscar unos euros más de sueldo, sino hacer curriculum. Busca empresas y puestos que aumenten tu valor, que supongan más responsabilidad, más posibilidades de aprender. En este país estamos muy obsesionados con los “títulos” y nos empeñamos en hacer cursos y más cursos. Y sin embargo lo que busca una empresa es alguien que haya demostrado que hace cosas, no una wikipedia andante. Tu valor aumentará en función de las situaciones a las que te vayas teniendo que enfrentar profesionalmente.
6. Trabaja duro y asume responsabilidades
Cada vez que haya una oportunidad de hacer algo difícil, costoso o que suponga responsabilidad, ofrécete voluntario. Aporta ideas. Demuestra iniciativa. Si tu jefe es un imbécil que no valora nada de esto, lo único que pierdes es el tiempo, y a cambio ganas experiencia y curriculum. Pero si tu jefe es simplemente normal, apreciará la oportunidad de tener cerca a alguien en quien puede confiar, y procurará recompensarte.
No te dejes enganchar por el grupillo que se reúne en torno a la máquina de café para despotricar sobre todo y sobre todos. En todas las organizaciones hay personas y procesos que podrían ser mejores, pero pasarte el día cotilleando para lo único que sirve es para minar tu moral y tus ganas de hacer cosas.
Y no te dejes convencer por tus amigos que se dedican a criticar a sus jefes y sus empresas, pero siguen trabajando día tras día en lo mismo. Claro que muchas empresas no valoran al trabajador, claro que hay empresarios zafios y explotadores. Pero basta con no trabajar para ellos, porque hay otras muchas empresas que sí valoran y recompensan el talento y el esfuerzo.
7. Llévate bien con tus jefes
Ya sé que suena a peloteo y que está mal visto, pero resulta que los jefes también son seres humanos. Y si hay una promoción o un aumento, es más fácil que piensen en alguien cercano que en un tipo oscuro con el que apenas tienen trato. Aunque la productividad del segundo sea un 17% más alta que la del primero.
No tienes que reír chistes sin gracia o llevarle los trajes al tinte. Simplemente, trata a tu jefe con educación y cercanía, escucha sus problemas, échale una mano si puedes y si no al menos muéstrale tu apoyo.
8. No seas humilde
Cuando consigas un logro, una gran venta, un proyecto terminado a tiempo, resolver un problema difícil, asegúrate de que todo el mundo se entera de lo que has hecho. Eso de la humildad estará bien en un monasterio cisterciense, pero en una empresa es fundamental que te vendas a ti mismo y que todo el mundo sepa de lo que eres capaz. Con educación, con elegancia, sin ser pesado, sin quedar como un idiota fanfarrón pero no dejes pasar ni un logro sin reconocimiento.
9. Cambia de trabajo en dos años
Salvo que estés en una organización muy grande, es muy difícil promocionar con velocidad sin salir de la empresa. Si en dos años no has progresado, cambia de trabajo a otro en el que te paguen al menos un 20% más. Si has seguido los consejos anteriores, tendrás algo que ofrecer a cambio, y ese 20% no es un salto tan radical como para que la nueva empresa no esté dispuesta a pagarlo.
Por supuesto, no quemes las naves y procura dejar un buen recuerdo, que nunca se sabe si alguna vez volverás a tener tratos profesionales con los que han sido tus colegas.
10. Repite el paso anterior cinco veces
Si repites el paso anterior cinco veces, en 10 años estás ganando 50.000€. Si has terminado la carrera con 24 años, consigues ese sueldo con menos de 35. Si has tenido suerte y has dado algún salto mayor o en menos de dos años, lo estarás ganando antes de esa edad. Hay muchos empleos en los que se pagan 50.000€ o más, así que ganar ese dinero puede no ser inmediato, pero es un objetivo alcanzable para casi cualquier persona.
Fuente. desencadenado.com
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