A nadie le gusta tener jefes, cumplir horarios, trabajar bajo presión entre otros aspectos negativos.
Es por estas razones y algunas otras, que la mayoría prefiere buscar algo por su propia cuenta. Intentamos de inventar algún negocio que nos haga ganar algo de dinero.
Al comienzo, ser un trabajador independiente es algo motivador, ya que creemos que así tendremos la libertad de disponer de nuestro tiempo, de decidir que hacer y que no, o cuando hacerlo.
Lamentablemente, una vez aventurados a algún negocio propio, poco a poco nos damos cuenta que las cosas no son siempre así. Muchas veces debemos empezar más temprano y terminar mas tarde. Pero, ¿Por qué no habríamos de hacerlo si es nuestro negocio? Ya no debemos esperar que llegue la hora de salida. No, lo que nos importa como independientes, es el cumplimiento de los objetivos, es lograr lo que nos hemos propuestos.
Quizás sea ese sentido de pertenencia por nuestro negocio, o la necesidad misma la que nos haga trabajar más de lo que trabajaríamos en una empresa. Ahora que tenemos el negocio propio nosotros somos los jefes, debemos tomar decisiones, debemos asumir responsabilidades. Y somos los únicos responsables por los resultados obtenidos.
Cuando se es asalariado, los problemas relacionados con el trabajo se quedan en el trabajo, uno puede dormir tranquilo por las noches y relajarse los fines de semana y días festivos. Si se sale a vacaciones, se puede disfrutar plenamente de ellas, sin preocupaciones. Pero todo esto ya no se puede como independiente. Si bien se tiene la libertad, las responsabilidades, retos y metas nos la quitan. Ya no somos dueños de nosotros mismos, sino de nuestro negocio, empresa o proyecto, o mejor, estos son dueños de nosotros.
Como asalariado la persona no se preocupa por la plata. La tiene cada quincena. Todo lo que debe hace es esperar, que aunque sea poco el salario, este siempre llegará. En cambio, quienes trabajan de forma independiente, no pueden asegurar que al llegar el quince de cada mes tienen dinero. Es seguro que las obligaciones y deudas se cumplen, mas no siempre se tiene dinero. Es algo que se debe aprender a manejar.
Lo positivo de todo es que los beneficios de tanto esfuerzo y trabajo, serán para nosotros y para nadie mas, y si se hace un buen trabajo, la recompensa será infinitamente mayor a que si se fuera un asalariado.
Es seguro que toda persona que tenga mentalidad emprendedora, aunque le signifique mucho esfuerzo, terminará obteniendo éxito, y de ser empleado pasará a ser empleador.
Fuente: Gerencie
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