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5 Razones por la cual es importante emprender a temprana edad


“Un emprendedor ve oportunidades allá donde otros solo ven problemas”

Vender limonada, lavar el coche del vecino, cortad el césped de los vecinos, pasear al perro, cuidar al gato, cuidar niños…todas son tareas que permiten que desde muy temprana edad se desarrolle la vena emprendedora que todo el mundo lleva dentro. Además de generar algo de efectivo para los pequeños emprendedores estas actividades pueden sentar la base para cuando adulto los pequeños tengan menos miedo de cambiar el mundo.
Iniciar un negocio en la infancia puede traer ventajas futuras si el posible empresario se decide por abrir una empresa o negocio.
Así como el hecho de crecer en una familia de emprendedores y negociantes mejora las probabilidades de encontrar el éxito en ese campo, de la misma manera comenzar desde temprano con cualquiera de los oficios antes descritos permite desarrollar las habilidades que se perfeccionan a lo largo del camino y darán ciertas ventajas cuando adulto.
Lo que sigue son cinco de las razones por las cuales comenzar temprano le puede ayudar más tarde.

1. Experiencia.

 Todo aquel que ha comenzado un negocio sabe cuán difícil este puede llegar a ser y la facilidad con la cual surgen problemas inesperados.
Incluso un pequeño negocio a cargo de un niño tiene su parte de desafío en la vida real. Una vez que se ha pasado por eso el niño desarrollará la inteligencia suficiente para saber que no se puede volar sin una base real basada en los desafíos de emprender.
Independientemente del tamaño o complejidad del negocio, siempre existirán problemas en la vida del emprendedor.
El aprender que no todo es un mar de rosas puede minimizar el choque entre el sueño idealizado y la realidad de la empresa.
2. Práctica.

 Convencer a los clientes difíciles de que le den una oportunidad al tierno emprendedor y a su joven empresa, lo hará más fácil en el futuro.
Clientes insatisfechos, proveedores atrasados y planificación de estrategias, son situaciones que ofrecen lecciones invaluables para el futuro.
Quien comienza a preocuparse y pensar en esos factores aun en la infancia no obstante sea de una manera lúdica e intuitiva, se acostumbrará a salir adelante en el mundo de los negocios.
3. Convicción.

Uno de los aspectos más retadores de dirigir su propio negocio es tomar todas las decisiones necesarias para mantener el negocio en marcha y creciendo.
Las decisiones tomadas cuando niño con su propio negocio lo ayudara a prepararse para las grandes decisiones de negocios cuando sea mayor.
4. Confianza.

Manejar un negocio exitoso cuando aun se es un niño le permitirá al niño saborear el éxito y le enseñará que el éxito posterior es posible.
El niño estará más dispuesto a aprovechar las oportunidades, debido al éxito temprano. Su aplomo le ayudará a generar confianza en usted y en el negocio.
5. Convivencia con el fracaso.

Es muy probable que un negocio iniciado cuando pequeño tenga su cuota de fracaso así como de éxitos.

Incluso si no son una experiencia lucrativa, pueden enseñar que las cosas no siempre salen conforme se desea.
Emprender en la infancia es una buena forma de lidiar con el fracaso sin grandes traumas o prejuicios.
Muchas personas que han llegado ser exitosos emprendedores como adultos nunca pensaron en iniciar un negocio siendo niños.
Pero si usted tuviera la oportunidad de poner en práctica el espíritu empresarial cuando las apuestas eran menores y sus padres aun corren con muchos de sus gastos, es una oportunidad para no desaprovechar.
Piense en eso y aliente ese espíritu entre sus hijos, sobrinos o nietos.


Visto en YoungEntrepreneur
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