Detrás del movimiento religioso y festivo de Semana Santa existe una actividad económica importante.
La tradición de visitar iglesias, una de las más arraigadas en la población, supone el traslado de mucha gente a algunas ciudades. Por ejemplo, a Ayacucho. Se favorecen así los sectores de turismo, hoteles, servicios y transporte.
Otra costumbre es la de no ingerir carne, excepto la de pescado. Ello fomenta el comercio de los pescadores y las ventas en restaurantes.
Algunos peruanos que se inclinan por tradiciones europeas regalan ‘huevos de pascua’, haciéndole un gran favor a la industria del chocolate. Los que prefieren ir de campamento generan una demanda de servicios y productos. La religión y la economía no van separadas.
SABÍA QUE
- Impulso industrial
En la fiesta de Pascua se genera el 20% de las ventas de chocolate de todo el año en Estados Unidos.
- Tendencias
El 80% de los peruanos señala que es católico. El otro 20% pertenece, casi íntegramente, a religiones cristianas no católicas, sostiene Arellano Marketing.
Vía.| Perú 21
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