Cuando comenzamos a trabajar en una compañía, empresa, corporación, etc., por lo
general, tendremos que interactuar con una serie de personas (jefes, compañeros
de trabajo, etc.).
Sin embargo, en muchos ocasiones el éxito
o el fracaso en estas relaciones interpersonales no radica en la simpatía, la
suerte o la gracia que una persona pueda emanar; sino de identificar y conocer
cómo reacciona ante diferentes circunstancias los cuatro tipos básicos de
personalidad.
Tipos de personalidad
Las personas extrovertidas se caracterizan
por mantener sus escritorios desordenados, comunicar sus ideas con entusiasmo,
sus decisiones parten de las emociones, les aburren los procesos, los
formularios, realizar trámites, mantienen excelentes relaciones con sus clientes
o personas de interés y sus computadoras tienen protectores y fondos de pantalla
interesantes.
Otro tipo son las personas afables; se
caracterizan por desempeñar roles de pacificadores, poseen facilidad de
negociación, de modo que en todos los aspectos de la vida siempre haya dos
ganadores. Estas personas son muy felices de apoyar y dar ánimo a los demás. No
toman decisiones importantes, dejan que otros lo hagan por ellos.
Los analíticos son aquellos compañeros que
hablan de cifras exactas y certeras. Adoran las hojas de cálculo, los gráficos.
Sus decisiones deben pasar por una serie de evaluaciones, preguntan todo lo que
les queda inconcluso, normalmente son los menos amistosos del grupo, y algunas
veces se les considera "aguafiestas". De este tipo de personalidad no debe
esperarse amistad ni empatia, lo principal para ellos es alcanzar sus
responsabilidades individuales.
Los compañeros pragmáticos son el último
grupo de personalidad; ellos no escuchan ni aceptan otro punto de vista que no
sea el propio, las cosas se hacen y se harán de acuerdo con su manera, sus
escritorios se encuentran ordenados y en la mayoría de los casos no tienen
fotografías familiares en sus áreas y espacios de trabajo.
Definir a los compañeros de trabajo
permite que se elaboren diferentes estrategias de trato con cada persona, las
buenas noticias, por ejemplo, no siempre producirán la misma reacción que
produce en otros.
Si se trata de pedir consejos o de
coleccionar opiniones no podrá recurrirse a las personas afables sino a los
analíticos, o por el contrario si se buscan ideas para celebrar algo en
especial, debe buscarse a los extrovertidos, siempre estarán dispuestos a
colaborar. Ocurre también que existen mezclas de personalidades partiendo de las
circunstancias que se presenten.
Hay que basarse en las expresiones más
comunes para determinar los tratos que se darán, no es cuestión de marginar a
las personas, sino de entender cómo se relacionan con los demás, a partir de sus
reacciones, para atraerlas:
Números y datos exactos para las personas
analíticas; entusiasmar y emocionar, para atraer al extrovertido, y compartir
testimonios para lograr empatía con los afables.
Consejos para convivir con los
compañeros de trabajo
Si bien es cierto que conocer las
personalidades de cada compañero nos facilita las relaciones interpersonales en
la oficina, siempre resulta positivo tomar en cuenta algunas reglas generales de
convivencia que nunca está de más poner en práctica como las
siguientes:
-
Llega temprano. Haz este hábito parte de ti y verás que tendrás un punto a tu favor.
-
Aprende a hablar por teléfono. Utiliza siempre un tono cordial y amable. Contesta en frase completa, no estás en la sala de tu casa. Nunca sabes qué persona importante puede estar del otro lado de la línea.
-
Sé discreto. No hagas caso a chismes de pasillo. Convertirte en el "lleva y trae" de la oficina puede generarte serios problemas y crearte una mala imagen.
-
Aprovecha las críticas. No arrojes a la basura los memos injustos ni los e-mails crueles. Guárdalos y cuando estés más calmada léelos con detenimiento. Reflexiona si hay algo en lo que debes mejorar y mejóralo.
-
Cuando sientas que despiertas envidia no intentes complacer a tus rivales. Si tu jefa te trata con preferencias, réstale importancia a la situación, compórtate con serenidad y respeta el trabajo de los demás.
-
Si eres tú la que siente envidias por una compañera, procura enfocarte en tu propio trabajo, ver cómo puedes superarte a ti misma. En realidad la otra persona no tiene la culpa de tus sentimientos. Jamás intentes hacerle la vida de cuadritos a una compañera, a pesar de que creas que estás en lo justo; recuerda que en esta vida siempre terminamos cosechando lo que sembramos.
Vía.| rrhh-web.com
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