Estimado emprendedor/empresario: si te sientes desbordado en tu día a día y tienes la sensación de que el tiempo no te alcanza para dedicarle la suficiente atención a las tareas esenciales de tu empresa, probablemente sea hora de considerar la posibilidad de delegar alguna de tus responsabilidades. Elimina de tu esquema mental aquello de “si lo quiero bien hecho, me tengo que ocupar yo mismo” y activa la tecla de la confianza .
Si lo haces solo, no necesariamente lo harás mejor. No tienes por qué saber hacer de todo, y tampoco es muy viable. El camino es delegar. Sé consciente de que no puedes abarcar todo.
Hay otras tantas prioridades de las que ocuparte. Tu foco es otro: gozar de tiempo, energía y capacidad de concentración para hacer crecer tu negocio.
El outsourcing es un excelente camino para comenzar. Hay muchas tareas o proyectos que se pueden tercerizar fácilmente y te pueden descomprimir en el día a día.
Ya tienes dónde buscar el talento. Ahora, ¿cómo delegar de manera efectiva? Te compartimos algunos tips:
- Identifica tus fortalezas: conociendo tus habilidades podrás por deducción entender de qué puedes/debes hacerte cargo y en dónde necesitas una ayuda extra (o literalmente, toda la ayuda)
- Define qué tareas vas a delegar: hay tareas más operativas que te insumen mucho tiempo y que perfectamente puedes encargar a otra persona, pero delegar también implica encomendar funciones estratégicas a profesionales especializados en diferentes áreas.
- Sé claro: transmite con claridad y simpleza tus expectativas con respecto al resultado que buscas. El tiempo que te insumirá este proceso dependerá del profesional con el que estés tratando, pero sin duda será fundamental para evitar confusiones y retrasos.
- No monopolices la información: un buen trabajo en equipo requiere acceso libre para todos a la información relevante. Es imposible tener buenos resultados si la información no se comparte.
- No te conviertas en un filtro: deja fluir al equipo. Esto no implica que dejes de guiarlos y darle un seguimiento a su desempeño (sigues siendo el manager), pero no por eso debe pasar por ti absolutamente todo.
- Establece las bases de la comunicación: es fundamental para el buen funcionamiento del equipo. Comunicación clara, concisa, consistente y bilateral. Es ideal planificar sesiones periódicas (presenciales o virtuales) para compartir información, revisar próximos pasos y reforzar el sentimiento de equipo.
- Haz foco en el objetivo: cada individuo tiene su propia forma de hacer una tarea. Cuando delegas, lo importante es el objetivo/resultado, no el proceso (el qué hacer, no el cómo, si bien siempre habrá instrucciones básicas a seguir.)
- Sé paciente: asume que es altamente probable que tu colaborador se equivoque, y esto es normal. ¡Es parte del proceso de aprendizaje! Sé realista y paciente: estás haciendo una inversión a largo plazo.
- Cultiva la confianza: confía en tus colaboradores y haz que ellos confíen en ti: ¿Las bases? El respeto, la comunicación, la escucha y la honestidad.
- Reconoce los logros: cuando delegas una tarea, es importante que sepas reconocer el aporte de tus colaboradores y les des crédito. Si se sienten valorados aumentarás su motivación y predisposición.
Otro tip a la hora de delegar: aprovecha los beneficios que hoy en día te da la tecnología (con herramientas de comunicación, almacenamiento y difusión de información super útiles).
Por otro lado, recuerda que cuando delegas estás haciendo contrataciones a largo plazo. El tiempo que inviertas en el proceso bien habrá valido la pena .
Vía.| http://blog.workana.com/
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